Quirónsalud
Blog del Servicio de Hematología de la Fundación Jiménez Díaz
El síndrome antifosfolípido (SAF) es una enfermedad autoinmune caracterizada por el desarrollo de trombosis venosa o arterial y/o complicaciones durante el embarazo, asociadas a la presencia confirmada de anticuerpos antifosfolípidos (AAF). Los fosfolípidos son componentes grasos de membranas celulares. Esta patología se presenta principalmente en mujeres jóvenes. Se produce cuando el sistema inmunitario produce por error anticuerpos que reaccionan frente a proteínas del propio individuo que están unidas a fosfolípidos, y no es capaz de eliminarlos. Esto hace que aumenten las probabilidades de que se presenten coágulos en la sangre, además de ciertas complicaciones en mujeres embarazadas incluyendo abortos espontáneos.
Aunque, como la mayoría de las enfermedades autoinmunes, el SAF puede tener un cierto componente genético, no es hereditario, es decir, no se transmite directamente de padres a hijos. Se trata de una patología adquirida, aunque no se conoce completamente por qué hay pacientes que desarrollan anticuerpos antifosfolípidos.
Puede ser secundario a una enfermedad autoinmune conocida (o incluso no diagnosticada), a una infección o a determinados medicamentos. También se puede desarrollar el síndrome sin una causa preexistente (SAF primario).
Entre los factores de riesgo del síndrome antifosfolípido se incluyen los siguientes:
Es posible que una persona tenga los anticuerpos antifosfolípidos pero no haya desarrollado signos o síntomas, es decir, que no pueda ser diagnosticado de síndrome antifosfolípido. Los anticuerpos antifosfolípidos pueden estar presentes en el torrente sanguíneo durante mucho tiempo, aumentando el riesgo de formación de coágulos sanguíneos. Sin embargo, la trombosis sólo se produce en algunos casos, casi siempre cuando están presentes otros factores de riesgo que favorecen su desarrollo, como por ejemplo:
Los signos y los síntomas del SAF pueden incluir los siguientes:
Dependiendo de cuál sea el órgano afectado por la trombosis y de la gravedad de la obstrucción del flujo sanguíneo hacia ese órgano, el síndrome antifosfolípido no tratado puede causar un daño permanente en el órgano afectado, que puede conllevar un desenlace fatal.
Las principales complicaciones, además de los episodios trombóticos, patología del embarazo y el resto de sintomatología ya mecionada, son:
En muy raras ocasiones, una persona con síndrome antifosfolípido puede tener episodios repetidos de trombosis en un corto período de tiempo, lo que provoca daño progresivo en múltiples órganos y una elevada mortalidad si no se trata precozmente. Esto se conoce como SAF catastrófico.
No existen tratamientos que curen el síndrome antifosfolípido, pero sí disponemos de tratamientos que reducen el riesgo de trombosis. Un paciente diagnosticado de síndrome antifosfolípido debe recibir anticoagulación a largo plazo con antagonistas de la vitamina K como el acenocumarol (Sintrom®) o warfarina (Aldocumar®). Estos fármacos precisan de un seguimiento periódico, ya que su efecto de dosis no es predecible (cada paciente necesitará una dosis total semanal diferente), y además tienen numerosas interacciones medicamentosas y alimentarias. El uso de los anticoagulantes orales de acción directa [dagigatran (Pradaxa®), rivaroxaban (Xarelto®), apixaban (Eliquis®) y edoxaban (Lixiana®)] no está recomendado a día de hoy, dado que varios ensayos clínicos han demostrado un riesgo trombótico elevado en pacientes con síndrome antifosfolípido que tomaban dichos anticoagulantes. En algunos pacientes con anticuerpos antifosfolípidos que no cumplen criterios de SAF puede ser necesario el tratamiento mantenido con antiagregantes como la aspirina a dosis bajas. En mujeres embarazadas con síndrome antifosfolípido (o con anticuerpos antifosfolípidos), el tratamiento con aspirina y heparina de bajo peso molecular es seguro tanto para la madre como para el feto, y consigue una tasa elevada de partos sin complicaciones.
Por otro lado, corregir los factores de riesgo habituales de la trombosis (diabetes, hipertensión arterial, colesterol alto, obesidad y fumar) y llevar una vida activa y saludable son pilares imprescindibles en pacientes con síndrome antifosfolípido. Además, los tratamientos con estrógenos para la anticoncepción o para los síntomas de la menopausia en general deben evitarse, con algunas pocas excepciones en pacientes de bajo riesgo que deberán evaluarse caso por caso en una consulta especializada.
Dr. Diego Velasco Rodríguez
Médico Adjunto de Hematología
Miembro de la Unidad de Trombosis y Hemostasia
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
Información divulgativa sobre los problemas de coagulación, prevención, diagnóstico, tipología, tratamientos y problemas asociados.
La finalidad de este blog es proporcionar información de salud que, en ningún caso sustituye la consulta con su médico. Este blog está sujeto a moderación, de manera que se excluyen de él los comentarios ofensivos, publicitarios, o que no se consideren oportunos en relación con el tema que trata cada uno de los artículos.
Quirónsalud no se hace responsable de los contenidos, opiniones e imágenes que aparezcan en los "blogs". En cualquier caso, si Quirónsalud es informado de que existe cualquier contenido inapropiado o ilícito, procederá a su eliminación de forma inmediata.
Los textos, artículos y contenidos de este BLOG están sujetos y protegidos por derechos de propiedad intelectual e industrial, disponiendo Quirónsalud de los permisos necesarios para la utilización de las imágenes, fotografías, textos, diseños, animaciones y demás contenido o elementos del blog. El acceso y utilización de este Blog no confiere al Visitante ningún tipo de licencia o derecho de uso o explotación alguno, por lo que el uso, reproducción, distribución, comunicación pública, transformación o cualquier otra actividad similar o análoga, queda totalmente prohibida salvo que medie expresa autorización por escrito de Quirónsalud.
Quirónsalud se reserva la facultad de retirar o suspender temporal o definitivamente, en cualquier momento y sin necesidad de aviso previo, el acceso al Blog y/o a los contenidos del mismo a aquellos Visitantes, internautas o usuarios de internet que incumplan lo establecido en el presente Aviso, todo ello sin perjuicio del ejercicio de las acciones contra los mismos que procedan conforme a la Ley y al Derecho.