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Blog del Dr. José Azofra

Mi historia en el portal (y II)

[Viene de "Mi historia en el portal (I)Este enlace se abrirá en una ventana nueva"] Y ahora sin más voy a describir cómo el super usuario que esto firma le saca partido a la herramienta, o a las herramientas si contamos la página web y la app en el móvil, que tanta monta, monta tanto. Por motivos de espacio no puedo ser lo exhaustivo que sin duda merecen, así que algunas funcionalidades las voy a dejar en el tintero…

portal-del-paciente-FJD. Este enlace se abrirá en una ventana nuevaEste enlace se abrirá en una ventana nueva

ASPECTOS ADMINISTRATIVOS Y DE INFORMACIÓN

Como dice mi sensei en gestión Lean, no hay desperdicio como las esperas. Y esperar para entrar en consulta, o en Urgencias, allá va, hay un médico al otro lado. Pero esperar colas y emplear el precioso tiempo para pedir citas, o cambiarlas, o por temas puramente administrativos como cambio de la dirección postal o en el teléfono es más difícil de tragar. Con el PortalEste enlace se abrirá en una ventana nueva todo esto se acabó. Desde el ordenador o desde mi móvil pido o cambio citas o mis datos tardando lo que tardo en hacer unos clics o apretar unas teclas.

Otro uso que hago al poder manejar las citas nunca se lo he contado a mis médicos, que siempre andan con tantas prisas cuando están terminando la consulta y toca citarme para la próxima revisión. Les dejo que me citen para cuando quieren volver a verme y no discuto mucho con ellos si me viene mejor o peor esa fecha. Y eso lo hago en todas las consultas. Si tenemos en cuenta que cuando me iba a operar de la obesidad (cirugía bariátrica, la llaman) el cirujano me dio cita para el psiquiatra, rehabilitación, endocrino y respiratorio, ya se pueden imaginar lo que hice cuando llegué a casa: ingeniería de citas, lo llamo. Las empecé a ordenar y en un día que me iba bien y a primera hora de la mañana siguiente me las quité de encima.

De la misma manera accedo a los informes generados por mis médicos en mis múltiples consultas, o las altas de hospitalización, que alguna ha habido. Y no solo a estos informes, sino también a los de rayos, anatomía patológica o el resto de los laboratorios. Y los tengo en tiempo real, o sea, según se incorporan estos informes a la historia clínica aparecen en el portal, sin ningún decalaje. Y no solo a los informes de radiología, sino a las mismas imágenes radiológicas. Y lo más espectacular de todo es que esta información no se la tengo que pedir a nadie, es mía, y hago con ella lo que quiero: la puedo descargar en cualquier medio, enviársela a mi familia o a un amigo, o a otro médico si quiero pedir una segunda opinión, ¡o tercera o cuarta!

En esto de las analíticas, una función muy vistosa es que muchas de ellas están graficadas con el tiempo en las abscisas. En mi caso, poder ver mis glucemias o colesteroles de esta forma me facilita mucho tener una estimación de evolución.

Otro aspecto administrativo que yo no uso porque soy solo y triste en la vida, es lo que llamo el portal familiar, y sus versiones: el padre, o la madre, pueden tener en su Portal a sus hijos. O el hijo a su padre mayor. O el tutor legal a su tutorizado. En fin, imaginen todas las versiones. Un posible conflicto que me fascina es, conociendo la velocidad de los cambios generacionales en los que estamos actualmente inmersos, qué pasará cuando lo que se considera habitualmente un niño, digamos 12 años, decida la independencia portaliana invocando lo de menor maduro y todas esas historias, a ver qué hacen los portalmasters

Otros documentos que disponemos en el PortalEste enlace se abrirá en una ventana nueva son los Consentimientos informados firmados y los justificantes de asistencia. Por el carácter liberal de mi trabajo yo no necesito mucho justificante, pero entiendo que en la mayor parte de los trabajos, y tal como están las cosas, tenerlos a tu disposición y poder imprimirlos, adjuntarlos, o wasapearlos tantas veces como quieras debe ser un alivio muy grande.

FORMULARIOS Y SERVICIOS NO PRESENCIALES

La joya de la corona. Verán, yo no soy una persona muy ocupada, pero soy extremadamente celoso de mi tiempo y aborrezco que me lo organicen. Así que imagínense lo que me supone, o me ha supuesto hasta ahora mi vida sanitaria: una agenda impuesta por un tercero, y superocupada. Ya les he contado lo del Sintron, va para un año que mi hematóloga no me ve el pelo por el hospital.

Pero no solo eso: el médico que me lleva la diabetes, conocedor de la historia de la anticoagulación y lo satisfecho que estaba con el servicio, tras las explicaciones pertinentes y con mi entusiasta aprobación, "me colgó un formulario en el Portal" (su argot, me encanta) que no es más que una plantilla en la que yo voy rellenando diariamente mis datos de glucemia, lo que como, el ejercicio que hago y cómo voy de peso. Y toda esta información se la envío semanalmente. Para que mi doctor endocrinólogo tenga toda esta información en mi historia clínica (que es electrónica y se llama CASIOPEA), yo lo único que tengo que hacer es apretar un icono que aparece al final del formulario y que pone "Enviar". Y de manera mágica, cada 3 meses me aparece un informe en el portal en la que el médico me dice cómo va todo, lo que tengo que hacer, me dice que me ha pedido una analítica (que ya me ha aparecido en la sección tareas pendientes del portal), y me da una nueva cita no presencial para dentro de otros 3 meses. O sea, con este método hemos conseguido la cuadratura del círculo: me siento mucho mejor controlado, ¡y no voy al médico! El día que me vengan a sacar la analítica a casa no sé lo que va a ser de mi.

Pues el mismo acuerdo al que llegué con el endocrinólogo con el asunto de la diabetes lo he cerrado con el cirujano y con otro endocrinólogo y el nutricionista en el seguimiento de mi ex obesidad. Ojo, esta no presencialidad no fue así desde el principio: las cosas inmediatamente después de la cirugía estuvieron un poco agitadas, problemas de vómitos, dolores abdominales y una herida quirúrgica que no terminaba de cerrarse. Así que hasta que las cosas no empezaron a calmarse no se planteó el seguimiento a distancia, y eso ocurrió solo después de que los médicos me aseguraran que en cualquier momento yo (o ellos) podría cambiar una cita no presencial por una visita tradicional y que si a aquellos siempre les quedaría París a mí siempre me quedaba la puerta de Urgencias. Humor negro tipo Casablanca, le llaman…

En esto de lo no presencial he de decir que me cabe el orgullo de haber sido figura protagonista en el "cambio de cultura" de un dermatólogo del hospital. La cosa fue que un endocrino me vio en una de mis ya muy escasas visitas una costra que tenía en la frente en la raíz del pelo. Me dijo que se trataba seguramente de una lesión benigna pero que dada mi historia era mejor que me la extirparan. Y de motu proprio, mi médico llamó al dermatólogo por teléfono contándole mi caso y sugiriéndole que si no había ningún problema con la pequeña intervención, y la anatomía patológica confirmaba la benignidad de la lesión, en vez de citarme a una revisión para darme los resultados me "colgara" directamente el informe en el portal. Al colgar complacido el teléfono me dijo que creía que este tipo de circuito tenía mucho futuro, y que iba a proponer llamarlo "consulta eficaz". Creo que de este tipo de consulta están haciendo actualmente muchos miles al año en el hospital, miles de inútiles visitas al año ahorradas al paciente.

Y para terminar con las infinitas variaciones de posibles formas de comunicación, en mi penúltima visita al hospital me contó Marta muy orgullosa que estaban terminando de definir, y que ya se estaba probando en casos seleccionados, algo que llamaban "Diálogo web". Cuando me contó de qué se trataba me quedé estupefacto: me estaban hablando del correo electrónico de toda la vida (una forma de hablar), ¡como si fuera el invento del TBO! Gente educada, esperó pacientemente a que se me pasara mi ignorante y extemporánea risa, y me explicó que todos los intercambios de información con el aspecto de chat se hacían a través y dentro de la historia clínica y nada quedaba fuera de ella, que en el futuro inmediato se podrían incorporar/intercambiar documentos en distintos formatos, que también quedarían en la historia clínica, y que yo era un poquito sobrado, aunque esto último ya lo sabía.

EL FUTURO

Abusando de la confianza de esta profesional tan cualificada (es posible que esté leyendo esto), le pregunté qué más tenía en el tintero. Y me habló de la salud poblacional, la integración de la información generada desde las infinitas apps sanitarias que circulan en los móviles, de calculadoras de riesgo (cardíaco, de sobrepeso) para que los pacientes nos asustemos nosotros solos. De documentación e información en cualquier tipo de formato que se puede subir al portal, tanto desde el médico como desde el paciente, y que sea personalizada para cada caso, videoconferencia, hospitales virtuales… Y todo para ya. Me pareció un poquito agobiante, me va a costar estar al día.

PARA TERMINAR

Se me acaba el tiempo y el espacio, nada menos…. Paso a conclusiones. Como dijo el trovador sobrevenido a premio nobel, los tiempos están cambiando… Creo que la tecnología y los cambios globales que estamos viendo en la sociedad están haciendo que lo que se estaba diciendo desde hace muchos años sobre los derechos del paciente y los cambios en la relación con los médicos, esté sufriendo en los últimos años una aceleración sin precedentes. Es un cambio cultural cuyas dimensiones no podemos menospreciar. Como he dicho más arriba, más de veinte siglos de poso, de una manera de hacer las cosas, no se pueden cambiar de la noche a la mañana. La sociedad ya se ha enterado, muchos pacientes también y los médicos están en ello. Ahora ya solo falta la universidad.

Comentarios
  • Elisa Rodríguez
    martes 23 de marzo de 2021
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Sobre este blog

Me llamo Jose Azofra y soy médico internista. Mi idea es compartir y discutir con vosotros algunas de las novedades que van surgiendo en el mundo de la gestión y política sanitaria, y que entiendo pueden tener una repercusión más directa e inmediata sobre la relación del mundo sanitario con los pacientes.

El cambio de cantidad por calidad, el rol central del paciente en las decisiones que le afectan, el cambiante papel del médico en el mundo asistencial, la relación entre primaria y especializada... Todos estos puntos y muchos más se están revisando en el mundo de la salud, empujados por los cambios en la política sanitaria que se están dando en los países de nuestro entorno.

Perfil profesional
Dr. José AzofraDr. José AzofraMedicina Interna, Dirección de Sistemas

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