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Blog de la Dra. Sonia García Vizuete, Jefa de Servicio de Medicina del Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Sur

Intolerancia a la lactosa

Aproximadamente una tercera parte de los españoles son intolerantes a la lactosa, es decir no pueden digerir el azúcar (lactosa) que contiene la leche.

Esta es la intolerancia alimentaria más frecuente y, en realidad, deberíamos llamarla malabsorción de lactosa o déficit de lactasa. Le llamamos intolerancia porque, aunque no suele causar grandes problemas, los síntomas que produce pueden ser molestos (la lactosa se "tolera" mal).

Alergia a la lactosaAlergia a la lactosa

El origen del problema es la escasez de una proteína (la lactasa) que es la encargada de hacer que la lactosa se "rompa" es dos unidades más pequeñas que nuestro intestino pueda asimilar, ya que, en su forma natural es una molécula demasiado grande para que nuestro cuerpo pueda absorberla, de modo que necesitamos convertirla en algo más sencillo y manejable por nuestro intestino.

La causa última del problema es que la lactosa que no puede ser fragmentada y absorbida en el intestino delgado, se desplaza hasta el colon, donde las bacterias de la flora intestinal se dan un festín de azúcar, produciendo mucha fermetación, lo que provoca los síntomas de intolerancia a la lactosa.

Todos los mamíferos tienen lactasa cuando son lactantes, pero es una capacidad que se pierde al dejar de mamar. En el ser humano, resulta ventajoso poder seguir tomando leche al ser adulto, y por eso desarrollamos la capacidad de mantener la ingesta al convertirnos en ganaderos hace unos 10000 años.

A medida que los niños reemplazan la leche por otros alimentos, su producción de lactasa disminuye, pero suele mantenerse lo suficientemente alta para que la cantidad de productos lácteos presentes en una dieta típica de adultos no provoque ningún problema.

Esta habilidad no está presente en todas las personas por igual. Casi todas las personas de raza negra, asiáticos o nativos americanos son intolerantes en mayor o menor medida. Sin embargo, en países del norte de Europa la proporción es inversa, y hasta el 90% de las personas no tienen ningún problema.

En la intolerancia a la lactosa primaria, la producción de lactasa disminuye drásticamente, lo que hace que los productos lácteos resulten difíciles de digerir en la edad adulta.

Aunque no es frecuente, también se puede tener intolerancia a la lactosa desde el nacimiento, o se puede perder transitoriamente (para luego recuperar la función normal) tras una gastroenteritis, enfermedades inflamatorias del intestino, cirugía u otros.

Los signos y síntomas de la intolerancia a la lactosa suelen comenzar entre 30 minutos y 2 horas después de comer o beber alimentos que contienen lactosa. Los pacientes suelen quejarse de diarrea, gases, hinchazón y a veces naúseas y vómitos. El paciente casi siempre lo relaciona con la ingesta de productos lácteos y, sobre todo, no aparecen si el paciente no ha tomado lactosa.

Es importante destacar que la intolerancia a la lactosa es un problema leve, que nunca tiene consecuencias graves para la salud, aunque sus manifestaciones puedan ser muy molestas. Tampoco se debe confundir con la "intolerancia" a las proteínas de la leche, que en realidad es una alergia a otra parte de la leche, en este caso, las proteínas. Este problema es excepcional en adultos y sobre todo aparece en niños.

El diagnóstico de intolerancia a la lactosa se hace en principio con la historia clínica y después, se confirma con un sencillo test de hidrógeno espirado.

Las personas intolerantes a la lactosa deben evitar tomarla, aunque tampoco es peligroso si la toman, solamente molesto. No hay ningún problema en tomar fármacos que contengan lactosa, ya que esa cantidad es indetectable por nuestro intestino, y completamente irrelevante a efectos prácticos. Tampoco hay problema con alimentos con "trazas" de leche, que sí serían un problema para los alérgicos a la proteína de la leche.

Existe una lactasa sintética para ayudar a digerir la lactosa y tener menos síntomas cuando es inevitable tomarla, pero la medida más eficaz es disminuir o suprimir los productos lácteos, mejor con la asesoría de un nutricionista u otro profesional preparado para evitar carencias. La lactosa presente en los fármacos es irrelevante debido a su pequeña cantidad y no es necesario evitarla.

La leche y otros lácteos sin lactosa es una buena alternativa, pero solo es útil y necesaria, para las personas que no pueden digerir la lactosa, y no ofrece ninguna ventaja a los demás, ya que ni es mejor ni es más digestiva para el resto de las personas.

Para saber más

https://www.saludigestivo.es/enfermedades-digestivas-y-sintomas/intolerancia-la-lactosa/Este enlace se abrirá en una ventana nueva


Comentarios
  • Ruben
    miércoles 22 de septiembre de 2021
    llevo dos años con intolerancia a la lactosa y de momento bien, empece a tomar Lactasa de lactoben y fatal.
    llevo unos meses con Probimel y de momento muy bien.
    Dra. Sonia García Vizuete
    23/09/2021

    Gracias por su comentario Rubén.

    El tratamiento recomendado para la intolerancia a la lactosa es la dieta sin lactosa. La lactasa externa puede ayudar si es inevitable la ingesta de lactosa.

    Un saludo,

  • Vanesa
    viernes 19 de noviembre de 2021
    Hola buenas tardes me he realizado una prueba de intolerancia a la lactosa y el resultado ha sido en sangre

    Glucosa en ayuna 100 mg/dL
    Glucosa con la toma del líquido de lactosa después de 30 minutos 137mg/dL

    Y pone que los valores de referencia son 65-115.

    Mi duda es que no se si soy intolerante a la lactosa o no
    Dra. Sonia García Vizuete
    21/11/2021

    Gracias por su comentario Vanesa.

    Consulte con su médico que es quien mejor puede aclararle sus dudas.

    Un saludo,

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