"Mi hijo comienza a andar". ¡CUIDADO! Un mundo de peligros se abren a su alrededor.

Desde la consulta de enfermería del Hospital Quironsalud San José queremos recordaros que, adoptando sencillas medidas en nuestro entorno, nuestro hijo puede descubrir y explorar el mundo que le rodea desde la seguridad, la tranquilidad y el amor.

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El riesgo de intoxicación accidental tiene su mayor incidencia en esta etapa por lo que debemos extremar las medidas de prevención.

La intoxicación por vía digestiva se produce al ingerir una sustancia y es la más habitual. Resulta peligrosa tanto por las graves enfermedades que puede producir, como por las secuelas de estas.

La intoxicación por medicamentos en el hogar es la causa de intoxicación más frecuente en la infancia. Se puede producir por una ingesta accidental, por un error en la dosis del medicamento o por un error en el medicamento administrado, por lo que resulta importante:

• Mantener los medicamentos fuera del alcance de los niños, en sus envases originales y guardados bajo llave.
• Los adultos deben evitar tomar medicamentos delante del niño para no favorecer la conducta de imitación y nunca compararlos con golosinas.
• Conserve el menor número de fármacos en casa, deseche la medicación sobrante.
• Compruebe las instrucciones y dosis antes de administrarlo. Nunca lo prepare en la oscuridad.
• Es importante, desde pequeños, informar a los niños de la peligrosidad de los medicamentos y que solo deben tomarlos si se los da un adulto.

Los productos de limpieza del hogar y los productos químicos (raticidas, insecticidas) tienen una presentación vistosa, colorida y atractiva que llama la atención del niño, por lo que deben mantenerse siempre en los envases originales, con cierre de seguridad y alejados del alcance de los niños.

Si se produce, o sospecha de que se ha producido una intoxicación, lo primero es mantener la calma, nunca provocar el vómito ni ofrecer líquido al menor (como leche o agua). Conserve el envase original para proporcionar información sobre los componentes del producto y póngase en contacto con el Servicio de Información Toxicológica (teléfono es 91.562.04.20) o con el servicio de Emergencias (teléfono 112).

La intoxicación por vía respiratoria se produce al inhalar los gases nocivos que se generan con la combustión de gasolina, propano, gas natural, petróleo, madera y carbón.

El monóxido de carbono es un gas tóxico, inodoro, incoloro y que no irrita las mucosas por lo que realizar un buen mantenimiento en el domicilio de estufas, braseros, calderas, calentadores, chimeneas e instalaciones de gas, resulta fundamental para la prevención de este tipo de intoxicaciones.

Debemos recordar que:

• Las habitaciones en las que se encuentran estos dispositivos deben mantenerse ventiladas. Mantener las rejillas de ventilación sin obstrucción y realizar revisiones periódicas de las instalaciones.
• Antes de acostarse, se deben apagar estufas y braseros.
• Debemos asegurarnos de que la llama de las calderas o calentadores sea de color azul ya que, si es de otro color, nos indicaría que hay un fallo en la combustión.
• No usar generadores dentro de casa, ni en el garaje.
• No encender fuego con leña o carbón en lugares mal ventilados.
• Instalar detectores de monóxido de carbono.
• Se debe evitar el uso de aparatos con motor de gasolina en espacios cerrados y nunca dejar en marcha el motor del vehículo en un garaje cerrado.

Ante esta intoxicación, los niños pueden presentar dolor de cabeza, irritabilidad, mareos, somnolencia, dificultad para respirar y vómitos.

Si se produce, o sospecha de que se ha producido una intoxicación, lo primero es mantener la calma, trasladar al niño a un lugar ventilado con aire fresco o, si está en un lugar cerrado, abrir las ventanas. A continuación, póngase en contacto con el servicio de Emergencias (teléfono 112).

La intoxicación por vía cutánea se produce al tocar una sustancia tóxica. En caso de contacto con la piel o mucosas (boca u ojos) debemos lavar o enjuagar con agua abundante y retirar la ropa manchada con la sustancia tóxica. En los parques o jardines debemos evitar que los niños toquen o chupen plantas ya que pueden resultar tóxicas.

Desde la consulta de enfermería queremos concienciaros de la importancia que tiene prevenir estos accidentes adoptando una serie de medidas en el hogar.

Recuerda: es mejor prevenir que curar. ¡Anticípate!

Realizar actividades al aire libre resulta beneficioso para la salud de los niños. Con ellas, los niños exploran y descubren el mundo que les rodea, practican deporte, se relacionan con otros niños y crean recuerdos. En este artículo hablaremos de las medidas que debemos adoptar para que estas actividades sean seguras y saludables para todos.

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Los rayos ultravioleta (UV) que emite el sol, además de producir quemaduras en la piel y un envejecimiento cutáneo precoz, favorecen la aparición de cataratas oculares y tienen un efecto cancerígeno en la piel. La piel de los niños es fina y delicada. Las zonas del cuerpo más sensibles y que debemos mantener siempre cubiertas son: la cara, el cuello, el cuero cabelludo, los hombros, las orejas, las manos y los empeines.

Las radiaciones UV atraviesan las nubes y se reflejan en el agua, la arena, la hierba, la nieve y el asfalto, por lo que, ya sea durante un día soleado, un día nublado, en la montaña, en el parque o en la playa, siempre debemos adoptar una serie de medidas de prevención para evitar estos efectos dañinos sobre la salud de nuestros hijos.

Desde las consultas de enfermería del Hospital Quironsalud San José, os recomendamos que:

• Los niños menores de 6 meses permanezcan siempre a la sombra ya que no deben exponerse a los rayos de sol directos.
• Los niños mayores de 6 meses permanezcan, el mayor tiempo posible, a la sombra y recomendamos el uso de gafas de sol oscuras con filtro para rayos UV, camisetas de manga larga y sombreros de ala ancha.
• Evite la exposición prolongada al sol, sobre todo, entre las 10-16h.
• Aplique protector solar media hora antes de salir de casa, sobre la piel seca, en las zonas del cuerpo expuestas al sol. Esta medida se debe repetir cada 2 horas o cuando el niño salga del agua. El agua y el sudor disminuyen el efecto del protector solar, aunque se trate de productos resistentes al agua. Se recomienda usar un factor de protección (FPS) por encima de 30 y, en los labios, debemos aplicar uno en barra.

Recuerda, la clave es: sombra, sombrero y protector solar.