Alergia y material escolar

El pasado 3 Noviembre el periódico El País publicaba la siguiente noticia: Un instituto sin rotuladores rojos:

http://elpais.com/sociedad/2018/10/26/actualidad/1540537688_455786.html

Material escolar y alergia

Estoy segura que cuando leáis el artículo os va a llamar la atención. Y es que existen muchos alérgenos ocultos en el material escolar.

Algunos productos contienen derivados alérgenos alimentarios como proteínas de leche de vaca, lactosa, huevo, frutos secos como el cacahuete, cereales como el trigo, gluten, sésamo, legumbres o sulfitos, pescados o crustáceos.

En las tizas por ejemplo, hay caseína, una proteína presente en la leche y aunque os parezca increíble, en algunas ceras, grasa de cerdo.

Os sigo poniendo más ejemplos: hay témperas que contienen soja, legumbres o incluso sirope de cereales.

En el caso de este artículo, rotuladores y pinturas de color rojo. ¿Quién va a pensar que hay un alérgeno oculto en ellos? pues el alérgeno oculto es el colorante E-120.

Se trata de un colorante rojo, también llamado carmín, ácido carmínico o extracto de cochinilla que se obtiene por trituración de los cuerpos desecados de las hembras del escarabajo Dactylopius Coccus. Como curiosidad os diré que para conseguir un kilo de pigmento son necesarios ¡160.000 escarabajos!.

Además de en material escolar, también se utiliza como aditivo alimentario y lo podemos encontrar en las golosinas con sabor a fresa, el jamón cocido y otros muchos alimentos. También como excipiente farmacéutico y en la composición de numerosos cosméticos (lápices de labios).

Material escolar y alergia

Y si hablamos de las pegatinas, algo que les encanta a los más pequeños, debéis saber que existen adhesivos con látex en algunas de las etiquetas removibles (que se pueden despegar sin dejar residuos de adhesivo), tipo gomets.

¿Y qué podemos hacer? Pues la mejor prevención es la evitación. En el caso del material escolar, es aconsejable buscar alternativas ya que evitando el contacto con el alérgeno se evitará la reacción. La lectura del etiquetado es siempre necesaria pero lo que sí os recomiendo a los padres de niños con alergias es que informéis a los profesores cuál es exactamente la alergia del niño y qué tratamiento se le debe administrar en caso de reacción. Por eso el informe médico debe estar actualizado (con las dosis según el peso) y la bolsa de la medicación en el Centro.

Los alérgenos pueden estar ocultos en algo tan sencillo como unas pinturas o unas pegatinas, y los niños se las llevan a la boca, las agarran, se pintan por la cara, se pegan las pegatinas en las manos… por eso, igual que leéis con cuidado el etiquetado de los alimentos, antes de comprar el material escolar, echadle también un vistazo a los componentes.

¡Así disfrutarán del material escolar sin riesgos!.