Con la llegada del calor, y el aumento de las horas que pasamos en zonas exteriores, aumenta la posibilidad de nuestros "encuentros" con insectos y otros animales. Además, el calentamiento global ha favorecido que casi no haya estacionalidad con los insectos y podamos tener mosquitos avispas, etc, durante buena parte del año.

Comencemos por explicar que, cuando sufrimos el "ataque" de un insecto, siempre podemos sufrir una reacción tóxica derivada de la inoculación de sustancias proinflamatorias o anticoagulantes y eso, aunque molesto, no es una alergia.

2023 06 02

Mosquitos. Siempre muy desagradable su picadura, especialmente las del mosquito tigre, cada vez más ubicuo en España, que causa una gran reacción inflamatoria local con calor e intenso picor. Hay que extremar las medidas de evitación con el uso de mosquiteras físicas y cremas (mejor que lociones pues se evaporan con el calor) repelentes para evitar picaduras del mosquito tigre que pueden inocular virus peligrosos para la salud humana. Son excepcionales los casos descritos como verdadera alergia a la picadura del mosquito.

Arañas, Las mordeduras de algunas especies de araña ya sabemos que pueden llegar hasta ser mortales. Producen una gran reacción inflamatoria local y es frecuente la formación de una ampolla. En estos casos, lo fundamental es limpiar la zona y consultar al médico si la ampolla es muy grande, aparece fiebre, etc. Raramente sus mordeduras causan una reacción alérgica verdadera. Recomendamos, sobre todo, proceder a la identificación y eliminación de estos artrópodos en las zonas donde se vaya a dormir, sobre todo si se trata de niños o ancianos.

Mosca negra. Sus larvas se depositan en los márgenes de los ríos y con el calentamiento global su eclosión se adelanta cada año. El Ayuntamiento de Madrid organiza cada año campañas para su erradicación. Su mordedura es muy dolorosa y puede infectarse, por lo que recomendamos que consulte a su médico si eso sucede No se trata de una alergia, pues.

Avispas, velutina y abejas. Las avispas cada vez son más perennes debido al calentamiento global. Las avispas y abejas sí pueden sensibilizar y producir reacciones alérgicas graves, sobre todo cuando hemos recibido muchas picaduras. Los signos de alarma que nos deben hacer consultar con un alergólogo si hemos sufrido una picadura de abeja o avispa son: mareo, bajada de tensión, urticaria, náuseas, vómitos, reacción local que afecte a todo el miembro donde hemos sufrido la picadura, etc. En cualquier caso, ante la duda, siempre consultar para evitar una reacción fatal con una próxima picadura.

Chinches y pulgas. También en aumento por las olas de calor. Sobre todo las chinches, tienen que ver con el uso de mobiliario o enseres como sofás o colchones, o ropa en malas condiciones higiénicas. Es muy difícil erradicarlos una vez que anidan en un mueble, y por eso se recomienda desecharlos advirtiendo de su contaminación. Suelen picar por las noches, produciendo un gran prurito. Recomendamos fumigar la casa o zonas donde haya estado enser o mueble afectado.

La garrapata de las palomas. En algunas ciudades existe un verdadero problema con la infestación de palomas y tienen que recurrir a medidas drásticas para frenar su población. Entre otros problemas para la salud que ocasionan las palomas (que son muchos), están las derivadas de sus piojos, chinches, moscas y garrapatas. En el caso de las garrapatas de la paloma, hay reportados casos de anafilaxias, alergias graves, por su mordedura. Si tienen poblaciones grandes de palomas en las proximidades de su vivienda, avisen a las autoridades para que procedan a su control y fumigación de posibles plagas de insectos.

Por último, aunque no se trate de un insecto, queremos volver hablar de las reacciones con las medusas. Su población también ha aumentado por el cambio climático. Sus reacciones se producen por el contacto con sus tentáculos, que contienen sustancias urticantes que producen calor e inflamación local. Consulte a un médico para que trate la reacción, lave la zona con agua salada y aplique un antiséptico. Algunas especies pueden producir reacciones alérgicas muy graves por lo que recomendamos consultar a un alergólogo si su reacción ha sido más extensa o ha durado más tiempo.