Polen de primavera

Hoy hablaremos del polen, esas partículas diminutas que en primavera invaden el ambiente y no dejan que los niños alérgicos paren de moquear, estornudar y frotarse los ojos.

Pólenes

Desde pequeños casi todos hemos oído hablar del polen y sabemos que cuando las plantas florecen, lo sueltan para poder reproducirse y formar frutos.

Aunque son granitos pequeños, es importante conocerlos lo máximo posible, ya que el polen es una de las causas más frecuentes de alergia.

Y os preguntaréis, pero.. ¿el polen se estudia?¿Quién estudia el polen? La palinología es la ciencia que se encarga de ello, pero no sólo se estudia el polen en sí, sino también la cantidad de polen que se encuentra en el ambiente y esta tarea la lleva a cabo la aerobiología. De los recuentos de pólen en la atmósfera y su utilidad hablaremos en próximos post.

Se dice que en primavera el amor está en el aire…¡y el polen en el ambiente! Además, está en constante movimiento gracias a los insectos y el viento.

Quien piense que el polen es igual venga de la planta que venga, se equivoca. Estos minúsculos granos no son todos iguales. Los hay más grandes y más pequeños.

Las flores más coloridas y llamativas generalmente tienen granos de polen grandes, que flotan poco y que se quedan pegados a las patas de los insectos, los cuales lo transportan de flor en flor. Este polen apenas produce alergia.

Las plantas que más alergia dan son las que sueltan los granos de polen al aire. Son muy pequeños y numerosos, flotan en el aire, y el viento los transporta incluso a cientos de kilómetros de distancia.

Pólenes

¿Sólo hay polen en primavera?

La estación del año en la que la mayoría de las plantas sueltan el polen es la primavera, pero pólenes puede haber durante todo el año. Y es que cada planta tiene su propia época de polinización (liberación de polen). Por eso es importante que estéis atentos en qué momento del año vuestro hijo presenta los síntomas. Con esa información y las pruebas cutáneas especificas a pólenes, el pediatra alergólogo hará un diagnóstico fiable.

Muchos papás me comentáis en la consulta que el niño mejora o empeora en función de si salís de excursión a la montaña o al campo, o incluso, que sus síntomas varían según la región donde os encontréis. La explicación es que cada zona geográfica tiene una vegetación característica. Hay plantas que están en todas partes pero hay otras que sólo crecen en zonas con un clima concreto.

En la zona de costa como la temperatura es más templada y con menos cambios bruscos, la liberación de polen suele ser más larga y en menor cantidad. En las zonas de interior, con mayor contraste de temperatura, la liberación de polen suele ser más corta, pero en mayor cantidad.

Y os preguntaréis: ¿y esto qué significa? Pues que en las zonas costeras, los síntomas por alergia al polen suelen ser de menor intensidad pero más duraderos y en las zonas de interior, los síntomas son más severos, pero más cortos.

La lluvia y su relación con el polen

Pólenes

Los años en los que llueve mucho durante el otoño y el invierno, se pronostica una primavera con más polen, ¿sabéis por qué? Porque cuando llueve mucho durante estas estaciones, hay más agua subterránea por lo que las plantas se desarrollan más y sueltan más polen.

En cambio, cuando llueve en primavera, hay menos polen ambiental, ya que el agua lo elimina ("lo limpia") del aire. En días secos y con sol, la concentración de polen aumenta y se suele tener más síntomas.

En España, el polen predominante y que más sintomatología ocasiona es el de las gramíneas y el mes de máxima incidencia, Mayo.

Esta primavera 2018 se espera que sea especialmente intensa, por eso, en próximos post seguiremos hablando sobre ella.